La Federación Hispana, devastada y horrorizada por la decisión del Tribunal Supremo de anular el caso Roe contra Wade, promete luchar para proteger nuestros derechos.

Hoy, en una votación de 6-3, la Corte Suprema decidió anular el caso Roe vs. Wade, poniendo fin a casi 50 años de derecho constitucional al aborto. La Federación Hispana condena esta decisión y pide una vez más al Congreso que apruebe inmediatamente protecciones federales para el derecho al aborto. Leer más...
Tipo(s): Comunicado de prensa

PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA: 24 de junio de 2022

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WASHINGTON - Hoy, en una votación de 6-3, la Corte Suprema decidió anular el caso Roe vs. Wade, terminando efectivamente con casi 50 años de derecho constitucional al aborto. La Federación Hispana condena esta decisión y una vez más hace un llamado al Congreso para que apruebe inmediatamente protecciones federales para el derecho al aborto.

"Estamos indignados por la decisión de hoy del Tribunal Supremo, que pone fin a casi 50 años de protección constitucional federal del derecho al aborto. Es la primera vez que un Tribunal Supremo quita un derecho ampliamente respaldado por el público. La sentencia de hoy no sólo permitirá a Misisipi aplicar su perjudicial prohibición del aborto durante 15 semanas, sino que también dará luz verde a 26 estados para restringir o prohibir por completo el acceso al aborto. Esto también podría sentar un precedente para anular otras protecciones de los derechos civiles, como las que protegen nuestro derecho a contraer matrimonio. El resultado será devastador para millones de personas, especialmente para las que ya se enfrentan a obstáculos para acceder a la atención sanitaria, como las latinas, las personas de color, las personas LGBTQ+, los indígenas, los jóvenes, las personas con discapacidad, las personas de comunidades rurales y desatendidas y las comunidades con bajos ingresos.

Ahora, sólo quienes puedan permitirse viajar cientos de kilómetros tendrán potencialmente acceso a abortos seguros, mientras que quienes no puedan, se verán obligadas a cargar con embarazos no deseados o a recurrir a prácticas peligrosas para inducir el aborto. Y seamos claros: la decisión de hoy no acabará con el aborto, pero limitará gravemente el acceso a abortos seguros y legales. Esta decisión restringirá aún más el acceso de millones de personas a una atención sanitaria segura y asequible y convertirá en delincuentes a los profesionales sanitarios e incluso a las mujeres que buscan atención reproductiva.

Combinado con nuestras actuales leyes anti-inmigración, que prevalecen en los estados que también tienen leyes que socavan los derechos de los votantes y las personas LGBTQ, las personas indocumentadas que temen constantemente la deportación probablemente se verán disuadidas de viajar entre estados para obtener un aborto de forma segura. Texas, estado que aprobó una de las leyes antiaborto más restrictivas de nuestro país (SB-8), tiene una de las mayores poblaciones latinas, un tercio de las cuales vive en la pobreza. Para los inmigrantes indocumentados que viven en el Valle del Río Grande, Texas, muchos de los cuales no pueden permitirse el coste del viaje debido a las largas distancias y ya viven con el miedo infinito a la deportación, la anulación de Roe será demoledora", dijo Frankie Miranda, Presidente y Director General de la Federación Hispana.

"El aborto es una cuestión de justicia racial y económica. La anulación de Roe contra Wade subraya la discriminación sistémica y el racismo en nuestro país, ya que este problema afecta en mayor medida a las mujeres de bajos ingresos y a las mujeres de color, que ya se enfrentan a cargas económicas desproporcionadas por el parto, mayores tasas de mortalidad materna, así como a un acceso desigual a una atención sanitaria asequible. Es uno de los diversos ataques a nuestros derechos fundamentales, incluidos los derechos LGBTQ, el derecho al voto y otros derechos civiles y humanos relacionados con nuestro derecho a la libertad. Decidir si tener hijos o no y cuándo tenerlos es primordial para nuestra igualdad racial, social y económica y para nuestra justicia y autonomía reproductivas. El ataque a Roe no consiste sólo en negar el acceso al aborto. Se trata de negar la autonomía corporal y de negar posibilidades en la vida. Este no es un momento de "ahora vienen a por nosotros". Ya han venido a por nosotros, y la lucha de nuestras vidas es ahora.

La decisión de hoy es definitiva: no sólo ha recortado los derechos de las mujeres, sino también nuestra condición de ciudadanas libres e iguales. ¿Cómo puede el Tribunal Supremo decidir en la misma semana que las armas tienen más libertad de regulación que los cuerpos de las mujeres? No nos quedaremos en silencio mientras nos arrebatan nuestros derechos. Seguiremos luchando por el acceso a una atención reproductiva integral con justicia y dignidad para todos en nuestras comunidades, para garantizar que las personas, independientemente de su situación migratoria o económica, o de su orientación sexual o de género, tengamos la libertad de tomar decisiones sobre nuestros cuerpos, nuestra salud y nuestras vidas", afirmó Laura M. Esquivel, Vicepresidenta de Política Federal y Defensa de la Federación Hispana.

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