PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA: 26 de marzo de 2021
Ayer por la tarde, el gobernador de Georgia Brian Kemp firmó la ley de supresión de votantes de la legislatura estatal de Georgia, S.B. 202. Hispanic Federation Presidente y CEO, Frankie Miranda, emitió la siguiente declaración con respecto a esta vergonzosa pieza de legislación:
"Ayer fue un día triste para los votantes de Georgia y para la democracia en nuestra nación. Después de perder tanto la contienda presidencial de noviembre como la segunda vuelta de las elecciones al Senado de EE.UU. de enero, los líderes republicanos del estado decidieron socavar el derecho al voto de millones de personas en el estado. En lugar de replantearse sus prioridades políticas, que encuentran cada vez menos partidarios en cada ciclo electoral, el gobernador Brian Kemp y los legisladores republicanos han promulgado una serie de medidas que hacen retroceder décadas el derecho de voto. Apenas el año pasado, el Secretario de Estado republicano de Georgia celebró que el estado era "líder nacional en elecciones". Muchas de las iniciativas con visión de futuro y favorables a los votantes que convirtieron al estado en un modelo nacional han sido ahora destripadas por políticos temerosos de la voluntad de un creciente y crucial segmento de votantes.
Nos preocupan especialmente las partes de la ley que limitan el acceso a la papeleta acortando el plazo para solicitar el voto por correo, limitando el número y la ubicación de los buzones, otorgando a los funcionarios electorales del condado el derecho a suspender la votación anticipada de los domingos y añadiendo nuevos y onerosos requisitos de identificación. En conjunto, estos y otros elementos de la nueva ley suponen un ataque al derecho de voto que requerirá la intervención federal.
Dejemos muy claro que lo que ha ocurrido esta noche en Georgia forma parte de un esfuerzo nacional por recortar el derecho al voto de millones de ciudadanos negros y morenos, jóvenes, inmigrantes y votantes de edad avanzada con bajos ingresos. Es un intento vergonzoso de revivir la época de Jim Crow y de impedir que las comunidades de color tengan realmente voz en los asuntos políticos de nuestra nación.
Ahora depende del Congreso de los Estados Unidos y del presidente Biden dar un paso al frente y proteger los derechos de voto apoyando y firmando la ley "For the People Act" y la "John Lewis Voting Rights Act". Esta legislación pondrá fin a la corriente de medidas de supresión de votantes que han surgido de las cámaras estatales dominadas por los republicanos desde la decisión Shelby v. Holder del Tribunal Supremo en 2013. Es hora de que el gobierno federal proteja nuestra democracia y niegue a aquellos que desean hacer retroceder el reloj de la promesa de nuestra nación de que la voz de cada votante debe ser escuchada y honrada."